Los defensores y defensoras de derechos humanos son esenciales para el fortalecimiento y consolidación de las democracias.
Sin embargo, es frecuente que su labor se vea obstaculizada por la estigmatización de su trabajo y la criminalización de sus actividades. El nivel de impunidad en casos de amenazas, intimidacion, asesinatos y otras formas de violencia contra defensores y defensoras es alarmante.
Existe también una creciente tendencia a impedir o desmotivar la defensa y promoción de los derechos humanos, mediante la imposición de restricciones legales para ejercer plenamente el derecho de asociación y para acceder a fuentes externas de financiamiento.
DPLF realiza investigaciones sobre la situación de los defensores y defensoras y acciones de cabildeo para que se eliminen los obstáculos a su labor. DPLF también fomenta el diálogo entre la sociedad civil y autoridades de gobierno, y brinda asistencia técnica en el uso de mecanismos internacionales para la denuncia y protección de los defensores y defensoras.
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